domingo, 19 de diciembre de 2010

La calidez del frío invernal:Nina Simone

El invierno, esa época del año en el que el frío es el rey y gobierna con  sus bajas temperaturas, nos debilita las defensas provocándonos esa sensación de nostalgia y melancolía, nos ablanda y nos vuelve más sensibles. Sin duda una época dura, vaya.
Nunca me gustó el invierno, por ello siempre busqué métodos o vías para combatir la gelidez de esta época y tener esa calidez que posibilita estar activa y enérgica y ¡cómo no!,ahí estaba Nina reconfortando los días invernales.
Hablar de una de las grandes divas del jazz no es fácil, y más tratándose de la gran Nina o Eunice Kathleen Waymon- su verdadero nombre- cuya enorme y extensa obra impone respeto y admiración.
Una de las cualidades que más admiro de esta grandiosa mujer  es su preciada y cuidada sensibilidad en cada una de sus composiciones. Su voz, profunda y susurrante, grave y sincera transmite una calidez y estimula la calma y la creatividad ante le hastío y la superficialidad de la realidad.
Creo que para saber y conocer a un artista cabe remontarse en los inicios de éste y esos inicios -al menos en este caso- se encuentran en el Little Girl Blue, disco del año 1957. Uno de los discos más preciosos y más íntimos de la cantante-. Fue en él, cuando se comenzó a reconocer su talento y prestigio musical.  Temas como  Mood Indigo -que da comienzo al disco- el archiconocido Love me or Leave me o el excelente My Baby just care for me demuestran esa virtuosidad y riqueza en acordes pianísticos y esa variedad en ritmos y tonalidades. Pero si tuviésemos que definir con una palabra este disco sería placidez. Una  placidez que predomina  en cada uno de los temas mencionados anteriormente, en esa aflicción vocal , en ese tono susceptible de su voz que provoca una sinceridad de sentimientos y de ideas. Y dicha pureza se encuentra en temas como ,He needs me, un canto, un elogio a la simplicidad del amor. Libre de artificios y estrategias. También muestra de esta inocencia en el querer, es el perfecto y emotivo I love you,Porgy en el que las cadencias pianísticas dan paso a un discurso efusivo y personal completamente fascinante.
Así era Nina, toda una artista, toda una poeta que nos devuelve la calma y nos reconforta con sus melodías cálidas en esta inclemente etapa del año.