lunes, 16 de mayo de 2011

La esencia del sunshine pop.

The Yellow Balloon ha sido y sigue siendo,  una formación poco conocida de ese estilo tan alegre y positivo que se forjó en la década de los 60 sobre todo en la zona de California, el denominado sunshine pop. Ese estilo naïf, inocente y coral que combinaba sencillas melodías con esos coros in crescendo y con arreglos  orquestales que aportaban ese divertimento y ese toque de ligereza que tanto gusta.
He dicho poco conocida, porque otras formaciones del estilo (como The Beach Boys o The Cowsills) acapararon el ámbito de este estilo pop, dejando a esta formación en ese apartado de "desconocidos" ya sea por la escasa promoción del momento o por la brevedad de la banda, que sólo publicó un único álbum en el año 1967, denominado Yellow Balloon , como la misma banda.
Una verdadera pena, ya que se trata de un álbum con veinte maravillosas canciones, repletas de esa energía y esa felicidad del más cuidado y exquisito pop ligero.
Abre el disco esa suave y perfecta canción How can I be down, con una melodía pegadiza y ágil y con una serie de coros espectaculares que provocan que uno se evada a esas playas californianas en las que el sol reluce e ilumina todo, así lo demuestra también la canción Follow the Sunshine, la verdadera muestra de ese verano californiano.
Siguiendo esa línea cándida , encontramos temas con ese toque romántico de las canciones que describían ese "primer enamoramiento" así lo reflejan canciones como Baby Baby it´s you -una de mis favoritas- I´ve got a feeling for love,  o Springtime girl ésta última con ese toque tan fantástico que describe ese verde, esa energía y ese proceso en el cual florecen y cambia no sólo el paisaje, sino los sentimientos.
Un disco  idóneo  que recarga las fuerzas debilitadas y eleva la moral . Un álbum fundamental en esta época primaveral.



jueves, 5 de mayo de 2011

El lobo estepario : Herman Hesse.

Le hice sitio y salió; su vestido rozó mi rodilla, al salir se miró en un pequeñísimo espejo redondo de bolsillo, levantó las cejas, se pasó por la barbilla una minúscula borla de polvos y desapareció en el salón de baile. Miré en torno mío; caras extrañas, hombres fumando, cerveza derramada sobre las mesas de mármol, algazara y griterío por doquiera, al lado la música de baile. Había dicho que me durmiera. Ah, buena niña, vaya una idea que tienes de mi sueño, que es más tímido que una gacela. ¡Dormir en esta feria, aquí sentado, entre los tarros de cerveza con sus tapaderas ruidosas! Bebí un sorbo de vino, saqué del bolsillo un cigarro, busqué las cerillas, pero en realidad no sentía ganas de fumar, dejé el cigarro delante de mí sobre la mesa. «Cierra los ojos», me había dicho. Dios sabe de dónde tenía la muchacha esta voz, esta voz buena, algo profunda, una voz maternal. Era bueno obedecer a esta voz, ya lo había experimentado. Obediente, cerré los ojos, apoyé la cabeza en la mano, oí zumbar a mi alrededor cien ruidos violentos, me hizo sonreír la idea de dormir en este lugar, decidí ir a la puerta del salón y echar una mirada furtiva por el baile -tenía que ver bailar a mi bella muchacha-, moví los pies debajo del asiento y hasta entonces no sentí cuán tremendamente cansado estaba del ambular errante horas enteras, y me quedé sentado. Y entonces me dormí en efecto, fiel a la orden maternal, dormí ávido y agradecido y soñé, soñé más clara y agradablemente que había soñado desde hacia mucho tiempo. Soñé.

domingo, 1 de mayo de 2011

Ante la crisis.. On avery island/Neutral Milk Hotel

Dicen que con los malos tiempos, lo que ayuda a subsanar y a reforzar la poca fe que queda es la música, y así es. 
En los últimos tiempos hemos asistido sin duda a una de las peores etapas: Crisis económica, el paro se eleva más y más por cada día que pasa, las acciones bélicas aumentan y muchos no saben qué bando defienden, crisis de valores, crisis de educación, crisis de fe. Todo un conglomerado que sin duda, es de todo menos alentador, por ello uno de los medios para "ayudar" y sobrellevar dicha situación es la música, y uno de los álbumes que mejor reflejan ese ansía por cambiar, ese grito por intentar mejorar las cosas es este: On avery island.

Álbum del año 1996 que recuperé del "baúl de los recuerdos" como decía aquella famosa canción. 14 canciones de luces y sombras, de esperanzas y deseperanzas, de agitación pero también de calma. Reflejo de esta balanza de subir y bajar, como los tiempos que corren. 

Un comienzo enérgico con Song against sex, primera canción del álbum que transmite esa energía, esas dosis de acción que a veces hace tanta falta para sobrellevar las diversas dificultades que uno va encontrando por el camino. Dicha potencia sonora se intercala con episodios medios como con You´ve passed, o Everything is combinación entre garra y la quietud, para encontrar la calma final con maravillas como  A baby for free, Where you´ll find me now o  Naomi- ésta entre mis favoritas sin ninguna duda. Toda una suma de estados de ánimo, pensamientos que concuerdan con lo que uno pueda sentir conforme se desarrolla esta oleada de cambios y agitación. 
¡Espero que lo disfruten!