El pasado año, pude adquirir uno de los mejores discos - según mi humilde opinión-y toda una gran obra maestra de esta elegante cantante de swing y jazz , Anne Shelton. El álbum en cuestión, 16 songs, es una breve, pero intensa síntesis de la trayectoria abrumadora de esta gran cantante. Predominan las melodías en las que los violines estructurados con los brillantes saxofones muestran esa cara sensual del blues. De ese blues inicial y un tanto "inocente" y lo clasifico así, ya que posteriormente el blues se fue convirtiendo en un estilo de reivindicación y no de evasión, como en este caso. Un total de 16 preciosas y delicadas piezas que evocan antiguos clubes norteamericanos en los que los artistas, escritores y dandis buscaban un refugio, una salida, una alternativa ante la cruda y fría realidad bélica de la II Guerra Mundial. Canciones como Only You, Fools Rush In, I´ll be seeing you teletrasportan a una época en la que los Georg Neumann (el micrófono propio de este período) y el telón rojo de fondo estaban ligados.
También hay lugar en este disco a canciones que pertenecen a ese sereno y refinado estilo llamado swing. Ese swing de culto y admiración. Así piezas como I´ll never smile again o You´de be so nice to come home to destacan por sus brillantes y rimbomantes trompetas, unidas a un débil y naïf conjunto de violines , que a su vez siguen el principal marcado de piano . Todo ello unido con la sensual y abismal voz de Anne,consiguen que el oyente acuda a esa reunión, a esa sofisticación perteneciente a esa "alta sociedad"- otro de los sinónimos con los que se ha clasificado en numerosas ocasiones a esta tipología, a esta rama musical-.
Todo un conjunto de pequeñas composiciones que trasladan y evocan tiempos pasados, tiempos clásicos de sobriedad y elegancia musical. Y es que en lo clásico, reside la elegancia.
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