El invierno, esa época del año en el que el frío es el rey y gobierna con sus bajas temperaturas, nos debilita las defensas provocándonos esa sensación de nostalgia y melancolía, nos ablanda y nos vuelve más sensibles. Sin duda una época dura, vaya.
Nunca me gustó el invierno, por ello siempre busqué métodos o vías para combatir la gelidez de esta época y tener esa calidez que posibilita estar activa y enérgica y ¡cómo no!,ahí estaba Nina reconfortando los días invernales.
Hablar de una de las grandes divas del jazz no es fácil, y más tratándose de la gran Nina o Eunice Kathleen Waymon- su verdadero nombre- cuya enorme y extensa obra impone respeto y admiración.
Una de las cualidades que más admiro de esta grandiosa mujer es su preciada y cuidada sensibilidad en cada una de sus composiciones. Su voz, profunda y susurrante, grave y sincera transmite una calidez y estimula la calma y la creatividad ante le hastío y la superficialidad de la realidad.
Creo que para saber y conocer a un artista cabe remontarse en los inicios de éste y esos inicios -al menos en este caso- se encuentran en el Little Girl Blue, disco del año 1957. Uno de los discos más preciosos y más íntimos de la cantante-. Fue en él, cuando se comenzó a reconocer su talento y prestigio musical. Temas como Mood Indigo -que da comienzo al disco- el archiconocido Love me or Leave me o el excelente My Baby just care for me demuestran esa virtuosidad y riqueza en acordes pianísticos y esa variedad en ritmos y tonalidades. Pero si tuviésemos que definir con una palabra este disco sería placidez. Una placidez que predomina en cada uno de los temas mencionados anteriormente, en esa aflicción vocal , en ese tono susceptible de su voz que provoca una sinceridad de sentimientos y de ideas. Y dicha pureza se encuentra en temas como ,He needs me, un canto, un elogio a la simplicidad del amor. Libre de artificios y estrategias. También muestra de esta inocencia en el querer, es el perfecto y emotivo I love you,Porgy en el que las cadencias pianísticas dan paso a un discurso efusivo y personal completamente fascinante.
Así era Nina, toda una artista, toda una poeta que nos devuelve la calma y nos reconforta con sus melodías cálidas en esta inclemente etapa del año.
2 comentarios:
Qué bueno que volvisteeee!!! Echaba de menos tus entradicas. Nina Simone, qué decir, una crack, como tú. Muchos besitos.
¡Así es,volví!tras un tiempo de ausencia, que siempre viene bien para serenarse y reflexionar.
Besines señorito Eric:)
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