martes, 14 de junio de 2011

¿Quién dijo crisis habiendo talento?

Optimismo, frescura y canciones que nos invitan a viajar en el tiempo. The Phoenix Foundation se han constituido como una de las bandas revelación de este año y no es para menos. Pese a llevar más de diez años en activo,  ha sido éste  el álbum que les ha propiciado ese salto al panorama internacional. Fue publicado  el pasado enero en Reino Unido,  y llegó a nuestro país el pasado mes, pero la espera ha merecido la pena. Estos neozelandeses han demostrado que se puede seguir manteniendo esa línea clásica del pop que tanto se echaba de menos.
Buffalo  es un álbum corto pero de una gran intensidad. Sus diez canciones reflejan y acompañan los diferentes estados de ánimo, son pequeñas historias melódicas que van desde el sosiego del espíritu hasta la exaltación del mismo.
Un disco excepcional en el que la influencia de la música de los sesenta se hace más que notable. Así se pueden encontrar canciones como Eventually, canción que abre el disco, o Skeleton ambas deslumbrantes,  en las cuales  la voz deja de ser la principal protagonista de la composición y lo que verdaderamente llama la atención es la melodía, que aparece con una estructura ondulante y envolvente que provoca en el oyente una sensación de placidez enorme. Así, se deja entrever  un giro temporal hacia esa psicodelia de mediados de los años sesenta propias de formaciones como Jefferson Airoplane o Blossom Toes. Siguiendo en este viaje de majestuosa sonoridad, también encontramos un guiño a ese estilo más pop . Así temas como Bitte Bitte , Orange& Mangos  o Pot  poseen ese toque de luz, de energía, propios del pop más naïf  y que transmite una enorme positividad con una serie de coros en continuo crecimiento que renuevan y aportan una gran vitalidad.  A medio camino encontramos canciones que se encuentran entre el antes y el ahora . Así lo refleja la que da nombre al ábum,  Buffalo, una mezcla entre la electrónica ligera,  en la que una melodía lineal hipnotiza, y el estilo pop ya que la voz nítida y directa del cantante junto con los coros dan movimiento a la aparente estructura estática de la melodía.  
Y como última escena en esta variedad paisajística musical, se encuentran numerosos rincones de serenidad. Así en canciones como Bailey´s Beach o Golden Ship , esta última es la que cierra el disco. Ambas son la fiel representación de esa calma  tras la pequeña tempestad.  Melodías al más puro estilo folk  que provocan la creación de una atmósfera solemne y emotiva en las que las guitarras se tornan más íntimas y personales y  los acordes sencillos provocan una elegancia abismal en la composición.
Una obra maestra, un viaje hacia los rincones más emblemáticos del sonido. Un álbum en el que el cuidado y la armonía van de la mano.

lunes, 16 de mayo de 2011

La esencia del sunshine pop.

The Yellow Balloon ha sido y sigue siendo,  una formación poco conocida de ese estilo tan alegre y positivo que se forjó en la década de los 60 sobre todo en la zona de California, el denominado sunshine pop. Ese estilo naïf, inocente y coral que combinaba sencillas melodías con esos coros in crescendo y con arreglos  orquestales que aportaban ese divertimento y ese toque de ligereza que tanto gusta.
He dicho poco conocida, porque otras formaciones del estilo (como The Beach Boys o The Cowsills) acapararon el ámbito de este estilo pop, dejando a esta formación en ese apartado de "desconocidos" ya sea por la escasa promoción del momento o por la brevedad de la banda, que sólo publicó un único álbum en el año 1967, denominado Yellow Balloon , como la misma banda.
Una verdadera pena, ya que se trata de un álbum con veinte maravillosas canciones, repletas de esa energía y esa felicidad del más cuidado y exquisito pop ligero.
Abre el disco esa suave y perfecta canción How can I be down, con una melodía pegadiza y ágil y con una serie de coros espectaculares que provocan que uno se evada a esas playas californianas en las que el sol reluce e ilumina todo, así lo demuestra también la canción Follow the Sunshine, la verdadera muestra de ese verano californiano.
Siguiendo esa línea cándida , encontramos temas con ese toque romántico de las canciones que describían ese "primer enamoramiento" así lo reflejan canciones como Baby Baby it´s you -una de mis favoritas- I´ve got a feeling for love,  o Springtime girl ésta última con ese toque tan fantástico que describe ese verde, esa energía y ese proceso en el cual florecen y cambia no sólo el paisaje, sino los sentimientos.
Un disco  idóneo  que recarga las fuerzas debilitadas y eleva la moral . Un álbum fundamental en esta época primaveral.



jueves, 5 de mayo de 2011

El lobo estepario : Herman Hesse.

Le hice sitio y salió; su vestido rozó mi rodilla, al salir se miró en un pequeñísimo espejo redondo de bolsillo, levantó las cejas, se pasó por la barbilla una minúscula borla de polvos y desapareció en el salón de baile. Miré en torno mío; caras extrañas, hombres fumando, cerveza derramada sobre las mesas de mármol, algazara y griterío por doquiera, al lado la música de baile. Había dicho que me durmiera. Ah, buena niña, vaya una idea que tienes de mi sueño, que es más tímido que una gacela. ¡Dormir en esta feria, aquí sentado, entre los tarros de cerveza con sus tapaderas ruidosas! Bebí un sorbo de vino, saqué del bolsillo un cigarro, busqué las cerillas, pero en realidad no sentía ganas de fumar, dejé el cigarro delante de mí sobre la mesa. «Cierra los ojos», me había dicho. Dios sabe de dónde tenía la muchacha esta voz, esta voz buena, algo profunda, una voz maternal. Era bueno obedecer a esta voz, ya lo había experimentado. Obediente, cerré los ojos, apoyé la cabeza en la mano, oí zumbar a mi alrededor cien ruidos violentos, me hizo sonreír la idea de dormir en este lugar, decidí ir a la puerta del salón y echar una mirada furtiva por el baile -tenía que ver bailar a mi bella muchacha-, moví los pies debajo del asiento y hasta entonces no sentí cuán tremendamente cansado estaba del ambular errante horas enteras, y me quedé sentado. Y entonces me dormí en efecto, fiel a la orden maternal, dormí ávido y agradecido y soñé, soñé más clara y agradablemente que había soñado desde hacia mucho tiempo. Soñé.

domingo, 1 de mayo de 2011

Ante la crisis.. On avery island/Neutral Milk Hotel

Dicen que con los malos tiempos, lo que ayuda a subsanar y a reforzar la poca fe que queda es la música, y así es. 
En los últimos tiempos hemos asistido sin duda a una de las peores etapas: Crisis económica, el paro se eleva más y más por cada día que pasa, las acciones bélicas aumentan y muchos no saben qué bando defienden, crisis de valores, crisis de educación, crisis de fe. Todo un conglomerado que sin duda, es de todo menos alentador, por ello uno de los medios para "ayudar" y sobrellevar dicha situación es la música, y uno de los álbumes que mejor reflejan ese ansía por cambiar, ese grito por intentar mejorar las cosas es este: On avery island.

Álbum del año 1996 que recuperé del "baúl de los recuerdos" como decía aquella famosa canción. 14 canciones de luces y sombras, de esperanzas y deseperanzas, de agitación pero también de calma. Reflejo de esta balanza de subir y bajar, como los tiempos que corren. 

Un comienzo enérgico con Song against sex, primera canción del álbum que transmite esa energía, esas dosis de acción que a veces hace tanta falta para sobrellevar las diversas dificultades que uno va encontrando por el camino. Dicha potencia sonora se intercala con episodios medios como con You´ve passed, o Everything is combinación entre garra y la quietud, para encontrar la calma final con maravillas como  A baby for free, Where you´ll find me now o  Naomi- ésta entre mis favoritas sin ninguna duda. Toda una suma de estados de ánimo, pensamientos que concuerdan con lo que uno pueda sentir conforme se desarrolla esta oleada de cambios y agitación. 
¡Espero que lo disfruten!










miércoles, 23 de febrero de 2011

Rojo y Negro y la modernidad estética.



Una de las novelas más importantes del magnífico, y romántico por excelencia, Stendhal.
Rojo y negro (Le rouge et le noir) fue escrita a mediados de noviembre de 1830. Esta novela, cuyo título se ha interpretado diversamente como las armas y la Iglesia, o como el azar de la ruleta.
Un obra que marca un antes y un después. Marca un nuevo horizonte en el panorama novelístico, marca una nueva etapa en el panorama romántico,  y marca una nueva etapa en el tratamiento histórico, con la caída de Napoleón, -al que Stendhal le otorga y le da un tratamiento de divinidad. –y la famosa restauración de la sociedad francesa, uno de los temas principales de esta obra.
Una novela que no sólo habla de las pasiones humanas, sino de la lucha contínua que el ser humano realiza para encontrar y salvaguardar su sitio en una sociedad superficial y egoísta. Un elogio al poder y la  autonomía del individuo, y una aguda crítica a la sociedad burguesa de la época. Así Stendhal caracteriza a la obra de dos funciones. Por un lado,  la parte didáctica o moralizante, es decir, aquella parte que nos muestra la importancia de la superación y desarrollo del individuo como principal fin del ser humano-encabezado por el personaje de Julián- Por otra parte, la crítica a la superficialidad y el egoísmo extremo de aquellos que se acomodan y no se esfuerzan por satisfacer ni sus necesidades ni las de la comunidad a la que pertenecen,-la burguesía-. Clase repudiada por Stendhal y en este caso, por el protagonista, Julián. Stendhal los describe de manera fría, superficial como seres sin escrúpulos ni dignidad-, esto se observa muy bien en el personaje del alcalde de Verrières, Monsieur de Renal-. Al que describe ya en el inicio de la obra de la siguiente manera sarcástica.<< Viste traje gris, y grises son sus cabellos. Es cofrade de varias Órdenes, frente alta, nariz aguileña y facciones regulares. Su expresión en conjunto es agradable y hasta simpática, dentro de lo que cabe a los cuarenta y ocho o cincuenta años; pero si el viajero hace un examen detenido de su persona, hallará, a la par que ese aire típico de dignidad de los alcaldes de pueblo y esa expresión de endiosamiento y de suficiencia, un no sé qué indefinido síntoma de pobreza de talento y de estrechez de mentalidad, y terminará por pensar que las únicas pruebas de inteligencia que ha dado o es capaz de dar el alcalde, consisten en hacerse pagar con puntualidad y exactitud lo que le deben, y en no pagar, o retardar todo lo posible el pago de lo que él debe a los demás >>.
 La obra, encabeza como protagonista principal al joven Julián Sorel, principal representante de esa lucha del ser humano, de esas ansias de superación y obtención de metas. Un personaje evolutivo, que va madurando, adquiriendo experiencia y sabiduría a medida que se desarrolla la obra. Un personaje con enormes pasiones y enormes conocimientos, un personaje al que Stendhal ofrece un tratamiento heroico, un héroe de a pie, que lucha, siente, ama y conquista sus metas. Un héroe que vive como tal y muere como tal.
 En esta comparación heroica se puede observar cómo y de qué forma el autor plasma ese anhelo por volver al espíritu de valor y heroicidad propias del período napoleónico. Este flashback napoleónico está muy presente en los ideales de Stendhal y a lo largo de todo la obra.
Una obra multidimensional, ya que trata temas históricos, temas pasionales, temas sociales y temas psicológicos- análisis del carácter de los personajes,  mediante el cual describe y crítica las nuevas clase sociales surgidas de la restauración, entre ellas y como principal objetivo de crítica: La aristocracia.
El análisis psicológico y con él , la crítica social a la verdadera realidad, son dos de los  rasgos fundamentales y descriptivos del estilo literario del autor.
Como se ha señalado a lo largo de esta exposición, esta obra pertenece al segundo período del romanticismo, aquel que abarca desde el Congreso de Viena en 1815 a la revolución en París de 1830. Stendhal fue uno de los máximos representantes de este romanticismo tardío.
Un período que a diferencia del primer movimiento- más programático y teórico-, estuvo influenciado y caracterizado por la literatura, es decir, se hablaría de una << conciencia romántica>>- así lo calificó el propio Stendhal.
En esta obra se encuentran algunos de los aspectos que destacan en la estética de esta etapa- exaltación de los sentimientos nacionales y religiosos, redescubrimiento de la Edad Media- y cada uno de estos rasgos se observan en los diversos personajes de la novela, pero sobre todo en Julián- fiel representación de Stendhal-. Numerosos críticos han establecido que realmente Julián es el propio Stendhal, es decir, que mediante el personaje de Julián, lo que el lector observa es al verdadero Stendhal. Y esto se puede observar en esa crítica ácida e irónica que realiza el personaje de Julián, y que realmente es el vivo reflejo del autor- fusión de vida y de obra-. En esa exaltación de tiempos pasados, de tiempos napoleónicos. Ese afán por el emperador se observa en Julián, quién idealiza al emperador no sólo como un héroe, ni como un conquistador, sino como una verdadera divinidad . Y esta es la clave de Stendhal, ya que es característico ese estilo seco, anatómico, basado en el código civil napoleónico. - potencialización de los caracteres nacionalistas-.
En referencia a los sentimientos religiosos, observamos a Julian que es mediante la religión cuando logra huir de la realidad mediocre en la que se encontraba(la vida en Vèrrieres)- el catolicismo como gran idea medieval-.
Además de ello cabe analizar esa minuciosidad, esa precisión en los detalles  “détails exacte” (detalles exactos), así lo denominaba el mismo autor. Dicha exactitud, no sólo la encontramos en los personajes, sino en la fiel descripción del paisaje- por ejemplo, la descripción de Vèrrieres que se muestra al inicio de la obra, la descripción del seminario en Besançon- cada una de ellas es un cuadro paisajístico cuidado en las formas y en el tratamiento. Esta fusión entre pintura y literatura-mezcla de géneros- es una de las características más llamativas del romanticismo y que Stendhal domina con gran virtuosidad, ya que cada palabra, cada frase, es una pincelada que moldea y conforma ese paisaje romántico, en el que predomina la niebla y el aura se vuelve gélida pero cálida a la vez, es lo que él mismo denominó << La pintura por la imaginación del espectador.
Un paisaje que aterra, que conmociona, pero que fascina y maravilla a la vez- exaltación de la naturaleza-. Una vista que invita a la contemplación, pero sobre todo a la reflexión. Un paisaje que incita y estimula el subconsciente. De  esta forma, Stendhal intenta acercar la naturaleza al ser humano- como hiciera Friederich en cada uno de sus cuadros-, Y no sólo acerca al lector esa naturaleza frágil e inestable, tan propia del romanticismo, lo que más destaca a lo largo de la novela es ese peculiar tratamiento, trágico y profundo a la vez, sobre las pasiones humanas- Sensibilidad y pasión-. Porque el romanticismo recupera y destierra las pasiones y la sensibilidad humana que fueron enterradas con el racionalismo ilustrado. Esa pasión intensa, excesiva, incontrolable, se observa en esos inicios del romance entre Julián y la señora de Renal. Cuando Julián no controlaba su ser ni sus actos porque el sentimiento predominaba ante la razón – principal rasgo del espíritu romántico-.
Ese despego inhumano con que presenta Stendhal las terribles pasiones del amor y poder, que destruyen y reconstruyen a sus personajes, tiene también un aspecto de despego social: odia a la aristocracia-. Este es uno de los principales factores de la modernidad estética, ya que la modernidad es concebida no como un momento histórico- característico en la historia hasta el siglo XVIII-, sino como un concepto estético. Dicha modernidad tiene su origen con las actitudes antiburguesas, y muestra de ello lo encontramos a lo largo de toda la obra. Es decir, Stendhal rechazala idea burguesa de modernidad así como los valores de dicha clase, ya que los considera artificiales e hipócritas, y defiende una modernidad cultural, basada en la expansión de las pasiones y sentimientos humanos.
Esta modernidad cultural en contraposición con la modernidad histórica (burguesa) también se observa en su imagen de Napoleón, que él conserva como recuerdo de su juventud ilusionada y  como símbolo. Así describía Stendhal su propia concepción del emperador: << El amor por Napoleón es la única pasión que me ha quedado, lo que no me impide ver los defectos de su espíritu y las miserables debilidades que se le pueden reprochar>>
Una visión contradictoria, sin lugar a dudas, pero la contradicción, el antagonismo entre amor, odio, naturaleza y espíritu, es algo característico del estilo del autor y a lo largo de la obra se expresa con uno de los recursos más  empleados por Stendhal, la ironía. La ironía romántica es una de las técnicas más empleadas en este período. Con ella, el autor no sólo transmite la duda e inseguridad que él siente al lector, sino que además era el medio mediante el cual se expresaba la angustia y el desencanto romántico ante la ausencia y la pérdida de la unidad, además es el medio mediante el cual los románticos asumían la conciencia de sí mismos y de sus limitaciones. La ironía fusiona humor y seriedad,; << El talento y el genio pierden el veinticinco por ciento de su valor al desembarcar en Inglaterra>>, frase que cita Julian al desembarcar en Inglaterra.
Además de lo señalado anteriormente, la ironía en el estilo de Stendhal, posee otra función: La ironía como crítica y ridiculización hacia la aristocracia. Así, cuando Stendhal describe al señor de Renal lo caricaturiza y degrada por medio de la ironía,
 <<Llega el alcalde adoptando los aires majestuosos y paternales en que solía envolverse cuando asistía a los matrimonios celebrados en la alcaldía>>.
Rojo y negro es una obra ecléctica, en ella no sólo converge los estilos propios del tratamiento novelístico, sino que Stendhal crea una perfecta obra multidimensional, es decir, que en la misma novela convergen diferentes estilos- histórico, poético, novelístico-. En las que en cada uno de ellos Stendhal domina y fusiona las diferentes perspectivas en una sola, es decir, que además de relatar la historia de superación personal de Julian, así como de los diversos amores del protagonista. Lo que realmente realiza Stendhal, es una fusión, una mezcla de los diversos géneros artísticos y los diversos estilos formales , literarios e incluso  teatrales,-ideal de obra total-.
 Así de esta manera aporta un dinamismo, una agilidad que capta la atención del lector.
 La lección de Stendhal, lo que hace captar hoy día devotos apasionados, es, en definitiva, una lección de estilo, tenso, inteligente, analítico, a la vez que capaz de contradecirse en esas ideas que le excitan a escribir y de las que, según decía él mismo,<< necesitaba varios pies cúbicos al día, como el carbón para un barco de vapor>>. Él sabe que se terminaría el tiempo en que la literatura podía ser ingenua, sincera, sin que el alma hubiera de volver siempre sobre ella misma. Pero durante el período en el que él estuvo vigente, renovando y transformando la literatura- lo nuevo, lo actual es lo romántico- provocó no sólo un nuevo enfoque literario, sino un nuevo enfoque romántico. Ese apasionamiento romántico en la temática amorística, ese cuidado y esa agudeza en la caracterización de los personajes y de sus diálogos, ese espíritu contradictorio que luchaba contra la sociedad de la restauración, ese espíritu de lucha incansable, se encuentran en cada una de sus novelas. Novelas que rompen los límites del tiempo y del espacio, que buscan y abarcan numerosos temas.  Novelas que buscaban conmocionar al lector con esos personajes que  sienten, aman, sueñan y luchan como los principales y los verdaderos héroes. Porque lo que fascina, hipnotiza y seduce de Stendhal es ese tratamiento y esa evolución de simples personas a verdaderos héroes. Héroes con más principios, con más valor, con más honor que los héroes simples y divinizados por muchos. Porque ese anhelo y esa oda a la pureza del amor y a la importancia de los principios y valores humanos transforma a Stendhal, no sólo en uno de los escritores románticos más admirados, sino también en uno de los defensores y luchadores por la honradez y dignidad de las personas. Esto lo consigue defendiendo el amor más puro, más sensible, el amor más pasional, el amor que lucha y vence ante las nocivas superficialidades de la tediosa rutina.
Las obras de Stendhal reflejan ese constante espíritu de cambio y renovación estética, en el cual el artista es el especialista en captar y percatarse de lo actual, de lo nuevo, es decir, de lo romántico. Y así lo realizó en cada una de sus obras, porque como bien dijo él mismo y no se podría decir de otra forma:
<<Las novelas son espejos que pasean por la vía pública, que tan pronto reflejan el purísimo azul del cielo, como el cieno de los lodazales>>

¿Qué sabemos acerca de Europa?

Hablar de Europa parece sencillo, pero no lo es en absoluto.
Esto es así, porque a lo largo de todo el proceso de formación de la unión e identidad europea han existido y existen numerosas ideas confusas, imprecisas,  erróneas sobre Europa y los fundamentos sobre los cuales  se asienta.  Así es que , sabemos y no sabemos nada. Esta afirmación puede parecer un tanto contradictoria, paradójica, pero no es así. Creemos saber todos los mecanismos y toda la historia que ha influido en la creación de este continente, pero ¿de verdad conocemos el origen y evolución de Europa?. La respuesta es no.  No podemos defender con exactitud qué es y en qué consiste Europa porque hay una profunda confusión sobre  su origen y formación. Por un lado se encuentra la explicación que describe y define a Europa como una unión económica que comenzó con el carbón y el acero (CECA) , después la energía nuclear(EURATOM). ¿Pero es realmente este el principal factor que permitió la creación de dicha unión?. Ésta es tan sólo una parte de la historia europea que ha predominado y se ha expandido de generación en generación. Fíjense que cuando hablamos de UE, automáticamente se nos viene a la mente la concepción de Unión Económica Europea, (CEE)aspecto que caracteriza dicha unión pero que no es el prioritario.Se debe tener en cuenta esta visión- visión económica- pero Europa es mucho más que una simple unión de Estados-nación que protegen sus intereses y las del resto de su comunidad. Europa es una nación de naciones, y como tal se caracteriza por el pluralismo, la diversidad y la doctrina de progreso. Un progreso que comienza con la brillante corriente ilustrada, con esa luz de la razón frente a la oscuridad del Medievo. Es precisamente este período histórico el fundamental, y principal en la historia y desarrollo de Europa. Señalo esto porque, es con la Ilustración cuando el individuo comienza a tener en cuenta y desarrollar su espíritu y capacidad crítica por medio de la razón. Ésta es la verdadera creadora, es la que posibilita la expansión y la evolución del individuo, es la que da paso a la modernidad. La corriente ilustrada se inicia en Francia y se expande alrededor de Europa. Se crea pues una nueva corriente que permite una mayor homogeneidad de valores e ideas, que comienza a dar las primeras pinceladas democráticas, defendiendo y expandiendo valores como la igualdad, la libertad, la justica. Es  precisamente este hecho la esencia, el cuerpo y la “identidad europea” como señala Aranguren en su artículo del mito a la unión europea. 
 Así pues ,encontramos un nuevo punto de vista, una nueva teoría acerca de la formación y desarrollo de Europa, una teoría filosófica, completamente diversa y distinta a la económica, defendida por numerosos autores. Y claro, uno piensa ¿qué valor tiene este punto de vista en el nacimiento de Europa? Pues un valor fundamental, ya que  la base de la sociedad europea reside en las ideas que la forman,  y éstas son: las ideas democráticas y progresistas que  responden tanto a la herencia que dejaron las antiguas generaciones como a las inquietudes y necesidades de las generaciones actuales, así como a  los verdaderos principios que conforman la ciudadanía europea. Por todo eso y con los tiempos que corren hay que combatir la enfermedad que está afectando a gran parte de la población europea: La desafección política. Ante esto, sólo hay un posible antídoto: defender y proteger más que nunca la importancia y la valía de la democracia, hay que mejorar ésta, hay que incrementar y descubrir nuevas formas políticas y de comunicación en las que el individuo adquiera el papel principal. Debemos cooperar e innovar en los modelos y temáticas educativas. Hay que divulgar la riqueza tanto cultural como social para que así el individuo se sienta parte de esta unión. Es decir, sólo se podrá  reforzar la unidad europea si ésta se  basa  en principios humanos, en principios sociales. Priorizar en una política social es la medida  para garantizar el crecimiento tanto de Europa como de los individuos que la forman, así lo  señala Alain Tourine  en su artículo Europa: Un modelo de sociedad. Si no se hace hincapié en el individuo como fin, seguiremos navegando en un mar de dudas y de incertidumbre que provocará un incremento y una escisión entre los individuos de los diversos países de la unión. O dicho de otra forma, la solución que se plantea para recuperar esa pérdida de la identidad, es investigar en nuevas fórmulas políticas, fórmulas que se respondan a la situación actual, a la diversidad y pluralidad de la sociedad. Fórmulas que se basen en el respeto y el intercambio cultural. Por ello hay que romper las barreras que limitan al sujeto, hay que aceptar y empaparse de las demás culturas, de las demás ideas, tenemos que dar un paso más allá y dar las mismas oportunidades tanto a las mayorías como las minorías- excluidas injustamente en los diversos ámbitos, tanto políticos como sociales- es nuestro deber y obligación invertir y mejorar en cultura, en valores.  Sólo así podremos hablar de una sociedad europea, de una sociedad libre, abierta, dinámica, que responderá  una fuerte y verdadera identidad europea. Una identidad que se asienta en dos pilares: La democracia y los derechos humanos. Unos derechos que han permitido el establecimiento y el impulso de los denominados Estados de Bienestar-gran mayoría de las naciones europeas- y cuyo origen se remonta al ya mencionado movimiento ilustrado y adquiere su forma completa en el S XX. Pues bien, este modelo de bienestar favorece la complementación tanto de los valores universales como de los valores propios de cada cultura, es decir, combina lo nacional- lo propio de cada territorio- con lo universal. Esta combinación es la que ha permitido el avance y la mejora en la  igualdad de oportunidades y de vida en todos y cada uno de los ciudadanos miembros de la unión europea. Un tipo de sistema que  como dice Victoria Camps en su artículo La identidad Europea  << Favorece el pluralismo, fruto de la mezcla de distintos pueblos y civilizaciones>> Porque no hay que olvidar, que la base de esta unión se origina en el poder y la variedad cultural, lingüística e ideológica de las diversas personas que participan y conforman Europa. Porque el error está en concebir a ésta como un modelo único y unitario, -propio de una ideología imperialista y obsoleta. Europa es una suma, una fusión de ideas, de valores, de ansias de progreso, de libertad y democracia. Europa se constituye por un conjunto de gentes  formada, preparada y eficiente.Gentes que dudan y cuestionan numerosos aspectos, incluso los propios al origen de la civilización occidental. Personas que luchan ante las desigualdades, ante la limitación cultural y el racismo, para ello buscan nuevas salidas, nuevas formas para mantener  y fortalecer la armonía y el equilibrio social. Así que , más que una unión de países, deberíamos hablar de una unión de individuos que mediante la tolerancia, la multiculturalidad, el  poder de su conocimiento y espíritu han proporcionado claridad al confuso y neblinoso concepto de identidad europea.
Tras los numerosos artículos leídos acerca de qué es, en qué consiste y sobre qué cimientos se construye la identidad europea, haré un último apunte y señalaré que todos y cada uno de los que formamos parte de esta unión debemos colaborar y facilitar en el desarrollo de las libertades, las cuales a su vez van ligadas con  el desarrollo de la principal meta del ser humano: La felicidad. Y digo esto y me viene a la mente  el principio utilitarista de J. S. Mill<< La mayor felicidad para el mayor número de personas es la que permitirá un determinado bien social>>, es decir, sólo podremos creer en Europa, si ésta responde, se relaciona y concuerda con la felicidad del mayor número. Así que mediante la concordia, la satisfacción y el cumplimiento de nuestras expectativas podremos hablar de una verdadera identidad europea. Parece algo complejo ya que somos muchos quienes formamos parte de esta unión, pero como dice el viejo refrán, Roma no se hizo en un día.

lunes, 3 de enero de 2011

Autoreflejo


Llevaba esperando la ocasión al menos diez años. Era uno de los momentos más ansiados de mi vida. Recuerdo que la noche anterior los nervios me impidieron dormir, no sólo iba a una de mis ciudades favoritas iba a encontrarme con ella¡ Al fin vas a ver a la Gioconda , Laura! . La emoción me embargaba y aún no podía creérmelo. Es esa mezcla de alegría y nerviosismo que paraliza pero emociona a la vez.
Cuando entré en el Louvre no sólo entré  en uno de los museos que más admiraba, entré en un mundo paralelo, en una realidad que traspasaba los límites de lo imaginable, entré al fin,  en mi propia realidad.
Al fin llegué a la sala, y allí estaba ella, serena y tranquila ante el ritmo frenético de las cámaras y sus deslumbrantes flashes. Estática y relajada ante la enorme marea humana que se concentraba delante suya. Conseguí sacar fuerzas que no sabía que poseía y logré luchar ante las mil personas que entre empujones y pisotones intentaban arrojarme al suelo. Fue entonces cuando vino a mi mente una frase que siempre repetía mi profesora de historia, y la que marcó tantos momentos míticos de mi vida, la frase era : En la  perseverancia reside la victoria, frase famosa del gran emperador Napoleón, uno de mis personajes históricos favoritos. Y tras tomar estas nociones napoleónicas  y conseguir mi particular victoria, al fin llegué hasta mi destino: La Gioconda.
En el ansiado encuentro, cuando las dos estábamos frente a frente me dí cuenta de que ella era yo. Esa cara de misterio y agotamiento, esa sonrisa a mitad, llena de enigma  e inseguridad, esa mirada profunda y llena de melancolía no era un simple retrato, era mi propio retrato.¿Acaso me estaré volviendo loca?¿Cómo es posible que me vea a mí misma en ella?. Para mí aquello no era un cuadro, era un espejo en el que se reflejaba toda mi vida, todos mis miedos, todas mis esperanzas y desesperanzas. Me senté delante de ella y estuvimos mirándonos hasta que un amable señor de seguridad quiso finalizar esa reunión. Durante este período de tiempo la analicé, o mejor dicho, me analicé a mí misma. Fue entonces cuando descubrí que ella era igual de misteriosa que yo, que esa sonrisa no era más que la señal de la inocencia perdida, que esos ojos rasgados, perdidos en el infinito, sólo buscaban respuestas ante un mundo incomprensible, lleno de superficialidad, que esas manos cruzadas sólo esperaban desatarse ante una explosión de felicidad.
Y así nos encontrábamos, inamovibles y alejadas del verdadero mundo. Esperando una señal ante la cual reaccionar y que nos permitiese librarnos de esos miedos que no nos permitían sonreír conforme lo hacíamos antes.